Un hombre deseaba violentamente a una mujer,
a unas cuantas personas no les parecía bien,
un hombre deseaba locamente volar,
a unas cuantas personas les parecía mal,
un hombre deseaba ardientemente la Revolución
y contra la opinión de la gendarmería
trepó sobre muros secos de lo debido,
abrió el pecho y sacándose
los alrededores de su corazón,
agitaba violentamente a una mujer,
volaba locamente por el techo del mundo
y los pueblos ardían, las banderas.
1 comentario:
Está tremebundo éste de Juan!
¿por qué no los leí todos? (tus post)
-Ah, sí! ya me acordé.
Porque el asombro se me humedecería demasiado y porque se me acrecentaría la ansiedad, por el próximo que publiqués. Claro.
Era por eso.
Cómo no me acordé.
Ahora que viniste,
Ahora que viajaste,
Ahora que viste de lejos
mi botella nadando en el mar,
estoy como Fito:
"quiero saber de vos"
Gracias por lo que tengas para decir,
para compartir.
Desde donde un colibrí
me tira los tonos pa la guitarra:
Abrazote.
Jules.
Publicar un comentario