domingo, 11 de septiembre de 2016

Tormentoso silencio

Es el silencio que crece nuevamente
como un agujero negro en mi pecho,
es él la sombra que oscurece mi mente.
Otra vez el silencio. Otra vez el vacío de palabras.
Ya no hay nada que decir.
Sólo callar, callar.
Todo esta dicho.
No busques respuestas,
no hay nada que pueda explicar esta herida,
herida que elijo, ¿elijo?
como si el pasado no fuera el amo de las riendas.
Nada de mi elige libremente ya.
No hay lugar para el amor.
¿Amo-r? No, ya no es más mi amo,
ya ha dejado de guiarme a sus abismos,
a esas profundidades que tanto amé,
tantos saltos al vacío en su nombre,
¿Cuántas paredes chocamos?
En este corazón no quedan rastros de valentía,
no quiere nada más que el silencio,
aturdirse en el silencio.
¿Por qué esta desgracia?
¿Por qué no esta desgracia?
Has nacido para dolerte, para dolerse.
Encontraste el mártir de tu historia,
lo coronaste, y te dejó caer.
¿Cuántas llagas en nombre del amor?
¿Por qué ya no amas, ya no te amas?
Sólo te aferras al dolor incesante de tus huesos,
sientes su respiración y quieres entregarte,
arrojarte a la desolación,
abrazar la muerte,
acaso ¿sólo a ella amas?
Todo lo que vibra en tu médula
es una nueva entrega a la tortura,
a esa necesidad de sentirte sola,
huérfana,
como cuando eras niña.
Una vez más,
vuelves a ese tormento,
recuerdas cuando te dejaron sola,
cuando nadie cuidó de ti

y tu cuerpo se convirtió
en una ofrenda para los monstruos.
Otra vez la niña llora.
Otra vez la niña sola.
Nadie sabrá de tu dolor otra vez.
Oh el silencio.

miércoles, 22 de junio de 2016

Fragmento de Puentes como liebres

(...) Por primera vez tomo conciencia de mi desamparo, por primera vez me digo, y se lo digo, que con ella puedo ser mucho, y que con ella no seré nada. Responde que sin mí ella tampoco será nada, pero que no hay que obligar al azar. “Ves como nos separamos y él viene y nos junta. Quien puede saber lo que vendrá. A lo mejor yo me caso, y vos también, por tu lado. No hay que prometer nada porque las promesas son horribles ataduras, y cuando uno se siente amarrado tiende a liberares, eso es fatal. (...)


jueves, 24 de julio de 2014

Ley del vacío

Cuando empezamos a ver el vacío como el principio de infinitas oportunidades, podemos entender al desapego como proceso natural de la vida. Hay una ley del universo, la ley del vacío, que dice “Es preciso crear un espacio, un vacío, para que las cosas nuevas lleguen a tu vida”, por más simple que nos suene esta afirmación, a veces no nos es tan fácil ponerla en práctica, ¿Cuántas veces guardamos cosas que ya no usamos, sólo por no desapegarnos de ellas? Y así, en todos los aspectos de nuestra vida. Por más paradójico que suene, la fuerza del vacío atrae todo lo que necesitamos para nuestra existencia. Para atraer la prosperidad, es necesario hacer espacio para recibirla. A veces el apego a cosas, situaciones, personas, recuerdos, no está relacionado al querer, sino al miedo, miedo al dolor, a la soledad, al cambio, a la carencia. El miedo nos ata a aquello que ya no necesitamos, y bloquea todas las posibilidades de que algo nuevo entre a nuestra vida. Empecemos a desbloquear esa energía que nos estanca y a hacerla circular, a soltar para recibir, cuando fluye esta energía, fluye la abundancia.

miércoles, 23 de julio de 2014

La próxima vez

La próxima vez te aseguro será muy distinto, 
todo será diferente la próxima vez. 
No pienso entregarme atado de pies y de manos, 
nada de ojos vendados la próxima vez. 
La próxima vez que me líe seré superfrío, 
seré escurridizo, distante y calculador. 
Le daré una de cal y otra de arena 
para que sepa que nadie se instala en mi corazón. 
En casa habrá un solitario cepillo de dientes, 
despatarrado en la cama diré "qué placer". 
Nada de escenas de celos ni de explicaciones, 
nada de yo soy tu hombre y tú mi mujer. 
La próxima vez mantendré una distancia prudente, 
será un intercambio pactado, placer por placer. 
Llevaré a mi corazón con la rienda muy corta,
 no sea que se me desboque y se lance a correr.
 La próxima vez mostraré un frente ultracompacto,
 seré reservado hasta el punto de la instrospección, 
lacónico, hermético, dueño de mi silencio... 
mejor no darle al enemigo información. 
Palabras bonitas, ok, pero con cuentagotas. 
Regalos sorpresa... tal vez una lata de atún, 
porque no quiero volver a pasar por lo que estoy pasando, 
no quiero acabar con el alma al nivel del betún. 
La próxima vez... La próxima vez... 
¿Pero a quien, a quien, a quien quiero engañar? 
Sé que voy a volver a caer en la trampa más dulce y mortal,
 porque así es mi manera de ser me voy a volver a enamorar. 

lunes, 21 de julio de 2014

Retirada inmediata

La mujer que me habita, la que sabe, me dice cuándo es el momento de la retirada. Me hablan mis ancestras. Me guían. Y me empujan al borde de los precipicios. - Salta! - gritan. Y si no salto me asfixian. La mujer que me habita sabe cuándo salir corriendo. Sabe dónde me comen y dónde como yo. Y me habla bajito cuando duermo contándome cómo soltar las cadenas. Canta la loba en mi vientre canciones de salir corriendo. Hay un tambor en mi centro que se pone a vibrar cuando llego vacía de todo, menos de mí. Hay una serpiente en la tierra que se despierta y me busca cuando lo que elijo me enferma. No hay tiempo. Es ahora, o nunca. Ha llegado el momento de mirar a la cara a la bruja. Y dejarle pasar. Apartarse y morir. Morir a lo viejo. A la mentira. Lo conocido. La mujer a medias. La enferma. La que ama a medias y vive a medias. Y da a medias. Y a medias se queda. Yo te muero, mujer. Para revivirte de nuevo y darte el espacio que de verdad ocupas en el mundo. El lugar que te corresponde. No importa ese camino que te desaparece a cada paso que das ahora. No importa que no veas sendero delante de ti, mujer. Avanza a oscuras con los ojos muy abiertos! Huele a tus abuelas! Y date cuenta de que CONOCES EL CAMINO. Porque ya fuiste antes! Porque ya fuiste antes, mujer. Ve, que no vas sola.

domingo, 20 de julio de 2014

Es infinita esta riqueza abandonada.

Esta mano no es la mano ni la piel de su alegría
al fondo de las calles encuentras siempre otro cielo
tras el cielo hay siempre otra hierba playas distintas
nunca terminará es infinita esta riqueza abandonada
nunca supongas que la espuma del alba se ha extinguido
después del rostro hay otro rostro
tras la marcha de tu amante hay otra marcha
tras el canto un nuevo roce se prolonga
y las madrugadas esconden abecedarios inauditos islas
remotas
siempre será así
algunas veces tu sueño cree haberlo dicho todo
pero otro sueño se levanta y no es el mismo
entonces tú vuelves a las manos al corazón de todos
de cualquiera
no eres el mismo no son los mismos
otros saben la palabra tú la ignoras
otros saben olvidar los hechos innecesarios
y levantan su pulgar han olvidado
tú has de volver no importa tu fracaso
nunca terminará es infinita esta riqueza abandonada
y cada gesto cada forma de amor o de reproche
entre las últimas risas el dolor y los comienzos
encontrará el agrio viento y las estrellas vencidas
una máscara de abedul presagia la visión
has querido ver
en el fondo del día lo has conseguido algunas veces
el río llega a los dioses
sube murmullos lejanos a la claridad del sol
amenazas
resplandor en frío
no esperas nada
sino la ruta del sol y de la pena
nunca terminará es infinita esta riqueza abandonada.