domingo, 30 de enero de 2011

Oración

Habítame, penétrame.
Sea tu sangre una como mi sangre.
Tu boca entre a mi boca.
Tu corazón agrande el mío hasta estallar.
Desgárrame.
Caigas entera en mis entrañas.
Anden tus manos en mis manos.
Tus pies caminen en mis pies, tus pies.
Árdeme, árdeme.
Cólmeme tu dulzura.
Báñeme tu saliva el paladar.
Estés en mí como está la madera en el palito.
Que ya no puedo así, con esta sed quemándome.
Con esta sed quemándome.
La soledad, sus cuervos, sus perros, sus pedazos.



sábado, 29 de enero de 2011

Esos amores fugaces o aves de paso

Hay amores que son tan fugaces como pájaros siempre de viaje peregrinos de un cielo de estío que huyen cuando presienten el frío. Y antes que nos despierte la aurora dejan nuestra conciencia a solas. Dicen "te amo", y es cierto que sienten el amor desde el fondo del vientre y contagian de fuego y tus manos y hacen dulce lo amargo y profano, no hay temor ni prisión ni pavura sólo un tiempo de inmensa ternura. Uno quiere ponerle cadenas retener imposibles arenas, mas, se escurren y van de puntillas por su ropa colgada en las sillas. Y entreabres los ojos inerte, los escuchas partir dulcemente sabes bien que es inútil hablarles, sólo lloras silenciosamente.

miércoles, 26 de enero de 2011

El amenazado

Es el amor. Tendré que ocultarme o que huir. 
Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz. 
La hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única. 
¿De qué me servirán mis talismanes: el ejercicio de las letras, 
la vaga erudición, el aprendizaje de las palabras que usó el áspero Norte para cantar sus mares y sus espadas, 
la serena amistad, las galerías de la biblioteca, las cosas comunes, 
los hábitos, el joven amor de mi madre, la sombra militar de mis muertos, la noche intemporal, el sabor del sueño? 
Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo. 
Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente, ya el hombre se 
levanta a la voz del ave, ya se han oscurecido los que miran por las ventanas, pero la sombra no ha traído la paz. 
Es, ya lo sé, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz, la espera y la memoria, el horror de vivir en lo sucesivo. 
Es el amor con sus mitologías, con sus pequeñas magias inútiles. 
Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar. 
Ya los ejércitos me cercan, las hordas. 
(Esta habitación es irreal; ella no la ha visto.) 
El nombre de una mujer me delata. 
Me duele una mujer en todo el cuerpo.

sábado, 15 de enero de 2011

Encargo

No me des tregua, no me perdones nunca.
Hostígame en la sangre, que cada cosa cruel sea tú que vuelves.
¡No me dejes dormir, no me des paz!
Entonces ganaré mi reino,naceré lentamente.
No me pierdas como una música fácil, no seas caricia ni guante;tállame como un sílex, desespérame.
Guarda tu amor humano, tu sonrisa, tu pelo. Dalos.
Ven a mí con tu cólera seca de fósforo y escamas.
Grita. Vomítame arena en la boca, rópeme las fauces.
No me importa ignorarte en pleno día, saber que juegas cara al sol y al hombre.
Compártelo.
Yo te pido la cruel ceremonia del tajo,
Lo que nadie te pide: las espinas
Hasta el hueso. Arráncame esta cara infame, oblígame a gritar al fin mi verdadero nombre.

martes, 11 de enero de 2011

Serenata para la tierra de uno

Porque me duele si me quedo
pero me muero si me voy,
por todo y a pesar de todo, 
mi amor, yo quiero vivir en vos.
Por tu decencia de vidala
y por tu escándalo de sol,
por tu verano con jazmines, 
mi amor, yo quiero vivir en vos.
Porque el idioma de infancia
es un secreto entre los dos,
porque le diste reparo
al desarraigo de mi corazón.
Por tus antiguas rebeldías
y por la edad de tu dolor,
por tu esperanza interminable, 
mi amor, yo quiero vivir en vos.
Para sembrarte de guitarra
para cuidarte en cada flor,
y odiar a los que te lastiman, 
mi amor, yo quiero vivir en vos.