sábado, 24 de diciembre de 2011

Ausencia de amor


Cómo será pregunto.
Cómo será tocarte a mi costado.
Ando de loco por el aire
que ando que no ando.
Cómo será acostarme
en tu país de pechos tan lejano.
Ando de pobrecristo a tu recuerdo
clavado, reclavado.
Será ya como sea.
Tal vez me estalle el cuerpo todo
lo que he esperado
Me comerás entonces dulcemente
pedazo por pedazo.
Seré lo que debiera.
Tu pie. Tu mano.

viernes, 23 de diciembre de 2011

Alza tus brazos

Alza tus brazos, ellos encierran a la noche, desátala sobre mi sed, tambor, tambor, mi fuego. Que la noche nos cubra con una campana, que suene suavemente a cada golpe del amor.  Entiérrame la sombra, lávame con ceniza, cávame del dolor, límpiame el aire: yo quiero amarte libre. Tú destruyes el mundo para que esto suceda, tu comienzas el mundo para que esto suceda.


martes, 20 de diciembre de 2011

Balada del amor imposible

Los cronistas más serios del barrio del Angel Gris coinciden en destacar la propensión de sus habitantes hacia los amores imposibles. Así, mientras los jóvenes de otros barrios se enamoran de muchachas groseramente posibles, los hombres de Flores parecen condenados a amar - casi siempre en secreto - a mujeres que no serán para ellos. Y en honor a estas damas es que los Hombres Sensibles hacen lo que hacen. Algunos emprenden desde chicos el estudio del violín, únicamente para aprender a tocar un vals en obsequio de su amada. No importa que ella no alcance jamás a oírlo. Ese no es el punto. Otros indagan los secretos de la versificación y se sumergen en el dolor para lograr una poesía. Hay quienes se ejercitan en el coraje y cultivan la guapeza. Y no faltan los que eligen la melancolia o la locura. Piensan los Hombres Sensibles que siendo mejores merecerán ser amados. Y para la ética sentimental de este barrio, los mejores hombres son artistas, valientes, tristes o locos. Por eso los muchachos más virtuosos de Flores sufren por amor. Esta realidad ha despertado la atención de todos y la piedad de muchos. Cada semana, los enamorados de Flores reciben el consejo de sus amigos sabios de otras barriadas. - ¿Por qué amar a la Gran Marquesa del Norte, que es en realidad un duende? ¿Por qué no conformarse con la hija del yesero? Son voces tentadoras que exponen las ventajas del amor razonable. A estas exhortaciones, los Hombres Sensibles responden - no sin acierto - que en el amor no existe el libre albedrío y que nadie puede decidir de quién va a enamorarse. Sin embargo - ya a riesgo de caer en especulaciones psicológicas fuera de tono - cabe reconocer que los muchachos del Angel Gris tienden a aproximarse sentimentalmente a las mujeres que menos les convienen. Los tratadistas de Villa del Parque y los Refutadores de Leyendas sostienen que buscar pareja es una tarea enteramente racional y hasta científica. Vale la pena citar la novela didáctica "Hoy te amo con la cabeza", del profesor Amadeo Battista. Esta obra esconde - apenas - la tesis antedicha, entre los rotosos pliegues de su trama. Parecidos criterios auspicia la esposa de este pensador, la doctora Alba C. de Battista en su libro "Me casé con un cretino". Muchos hombres de negocios, comerciantes e industriales de la zona han entendido que el amor imposible es cosa nefasta, no sólo para el que ama, sino también paa el desarrollo de las actividades productivas
en general. Declaran estos lúcidos mercaderes que, por lo común, los enamorados sin esperanza son pésimos empleados, más atentos al recuerdo de unos ojos pardos que a la correcta realización de una nota de débito. Tratando de reducir el número de desencuentros amorosos en beneficio de la felicidad general, los Refutadores de Leyendas con la ayuda de dos contadores de la Sociedad de Fomento de Villa Malcolm, prepararon las Tablas del Amor Infalible, especie de regla de cálculo según la cual las medidas del cuerpo del hombre, su coeficiente intelectual, su edad, su educación, fortuna y berretines determinaban de un modo preciso a la mujer más conveniente para sus planes amorosos. Esto es ni más ni menos que la refutación de una leyenda o - lo que es peor - su reducción a términos científicos. La leyenda es ésta: "Hay para cada hombre una mujer, una sola, que reúne todas las virtudes que ese hombre sueña. Su belleza está hecha para deslumbrar a ese hombre. Su voz ha sido creada para seducirlo. Su inteligencia, para sucitarle y sugerirle ideas amables. Su ternura, para hacerle dulce el diario sufrimiento. Esa mujer existe y anda por esas calles. Pero el destino ha decidido que nunca jamás se crucen los caminos de ningún hombre con la mujer que para él
fue concebida." Manuel Mandeb asegura en sus Memorias que cierta tarde creyó reconocer a lo lejos a la mujer que le correspondía, conforme a la leyenda. Inmediatamente se trabó en lucha con el destino y trató de alcanzar a la muchacha. Lo consiguió en la esquina de Artigas y Avellaneda. Luego de interceptarle el paso, procedió a explicarle la vieja creencia de los Hombres Sensibles, mientras se secaba el sudor y trataba de recobrar el aliento. Pero la mujer no conocía la leyenda, o tal vez la conocía y la acataba puntualmente: dio media vuelta y se fue por Artigas hacia el norte. Y ya que mencionamos a Manuel Mandeb, conviene recordar que su ilegible prosa se alzó solitaria frente a los tratados racionalistas y a los inventos de los Refutadores de Leyendas. El polígrafo de Flores dejó un voluminoso estudio caratulado Registro de amores imposibles en la linea del Sarmiento. La obra consta de 914 fichas que corresponden a otros tantos casos concretos de amor sin recompensa. Está dividida en cuatro cápitulos: El primero, subtitulado Nunca le dije nada, es el más extenso y registra episodios protagonizados por enamorados silenciosos. El segundo, Negativas expone 115 rechazos, sus motivos, sus términos y consecuencias, para no hablar de otros detalles más bien superfluos
que suelen recargar toda la obra de Manuel Mandeb. El tercer cápitulo, Amargo desengaño, cataloga 126 decepciones, incluidas cuatro padecidas por el propio autor. El cuarto y último cápitulo es un inspirado texto romántico que se conoce como Elogio del amor inconcluso. Veamos este párrafo: "...Así como las personas que mueren en la plenitud nos ahorran el recuerdo de su vejez, los amores interrupidos abruptamente siguen siguen viviendo en nuestro corazón no como brasas agonizantes, sino como horrorosas llamas que queman cada noche..."...No hay mejor amor que el que nunca ha sido. Los romances que alcanzan a completarse conducen inevitablemente al desengaño, al encono o a la paciencia; los amores incompletos son siempre capullo, son siempre pasión." Pero dejemos ya a Manuel Mandeb y reflexionemos sobre ese delicado asunto. Es cierto que infinidad de personas decentes viven la módica dicha del amor común y corriente. Pero el amor imposible, aquél del cual solamente son capaces los Hombres Sensibles de Flores, es el único cabalmente maravilloso y digno de admiración. Ocurre así: un muchacho se enamora de la Mujer Más Hermosa. Desde ese momento, su vida no tiene otro sentido que ese amor. Sin embargo, el hombre sabe que no tiene chance en esa carrera, pues las Mujeres Más Hermosas suelen casarse con otros caballeros, generalmente ricos o buenos mozos o ambas cosas. Sus buenos amigos le aconsejarán el olvido, pero este hombre ha nacido en Flores y no tiene la menor intención de gambetear el dolor. Y cada día deja mansamente que la tristeza le invada los huesos y que tiña hasta el último de sus pensamientos. A veces, las distracciones y los mundanos asuntos amenazarán con hacerle olvidar siquiera por un momento su amor y pesadumbre. Pero el hombre reaccionará inmediatamente y se sumergirá otra vez en su propio abismo. Que nadie se engañe. Este hombre que ríe a carcajadas cuando algún conocido le refiere el cuento de los supositorios, está pensando en su amor imposible. Y la sangre que hincha sus venas es negra y espesa. Pero, atención. Este amor que lo hace desgraciado es el que le hace mejor. El ya ha renunciado a la Mujer Más Hermosa. Jamás padecerá decepciones. Su pasión no envejecerá ni se envilecerá. Nadie podrá engañarlo. Y a fuerza de bañarse cada día en el sufrimiento, habrá aprendido el secreto de la resignación. Los caballeros exitosos no conocerán jamás la verdadera escencia del amor imposible. Ellos jamás juegan su vida a una sola baraja. Con toda
prudencia realizan inversiones en uno y otro lugar para compensar con unas las pérdidas ocasionadas por otras. Pero el amor imposible no es cosa de prudentes, sino de Quijotes.
Sólo cuatro veces en doce años vio Alonso Quijano a Aldonza Lorenzo. Jamás cruzaron palabra. Pero eso le bastó para vivir en ella y por ella. Sin esperar recompensa. Por eso, señores, si acaso atesoran ustedes uno de estos metejones locos, a no arrepentirse. Sigan soñando y esperando lo imposible. Aunque sepamos que nuestras ilusiones no habrán de cumplirse nunca, sigamos acariciándolas. Lo contrario sería - como pensaba Wimpy - confundir una ilusión con un pagaré. Será una larga jornada. Muchas veces tendremos ganas de contar nuestra pena, pero no podremos hacerlo, para no profanarla. Siempre estaremos solos y tristes, pero no es para tanto. Después de todo, ya se sabe que los únicos paraísos que existen son los paraísos perdidos.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Los invisibles

El Mundo, 30.12.2001

Esto empezó con una explosión de violencia. Pocos días antes de la Navidad, muchos hambrientos se lanzaron al asalto de los supermercados. Entre los desesperados, como suele ocurrir, se colaron unos cuantos delincuentes. Y en esas horas del caos, mientras corría la sangre, el presidente argentino habló por televisión. Palabra más, palabra menos, dijo: la realidad no existe, la gente no existe.
Y entonces nació la música. Empezó de a poquito, sonando en las cocinas de algunas casas, cucharones que golpeaban cacerolas, y salió a las ventanas y a los balcones. Y se fue multiplicando, de casa en casa, y ganó las calles de Buenos Aires. Cada sonido se juntó con otros sonidos, la gente se juntó con la gente, y en la noche estalló el concierto de la bronca colectiva. Al son de los tachos de cocina, y sin más armas que ésas, se alzó el clamor de la indignación. Convocada por nadie, la multitud invadió los barrios, la ciudad, el país. La policía respondió a balazos. Pero la gente, inesperadamente poderosa, derribó al Gobierno.
Los invisibles habían ocupado, cosa rara, el centro de la escena. No sólo en la Argentina, no sólo en América Latina, el sistema está ciego. ¿Qué son las personas de carne y hueso? Para los economistas más notorios, números. Para los banqueros más poderosos, deudores. Para los tecnócratas más eficientes, molestias. Y para los políticos más exitosos, votos.
La pueblada que volteó al presidente De la Rúa fue una prueba de energía democrática. La democracia somos nosotros, dijo la gente, y nosotros estamos hartos. ¿O acaso la democracia consiste solamente en el derecho de votar cada cuatro años? ¿Derecho de elección o derecho de traición? En la Argentina, como en tantos otros países, la gente vota, pero no elige. Vota por uno, gobierna otro: gobierna el clon.
El clon hace, desde el Gobierno, todo lo contrario de lo que el candidato había prometido durante la campaña electoral. Según la célebre definición de Oscar Wilde, cínico es el que conoce el precio de todo y el valor de nada. El cinismo se disfraza de realismo; y así se desprestigia la democracia.
Las encuestas indican que América Latina es, hoy por hoy, la región del mundo que menos cree en el sistema democrático de gobierno. Una de esas encuestas, publicada por la revista The Economist, reveló la caída vertical de la fe de la opinión pública en la democracia, en casi todos los países latinoamericanos: según los datos recogidos hace medio año, sólo creían en ella seis de cada diez argentinos, bolivianos, venezolanos, peruanos y hondureños, menos de la mitad de los mexicanos, los nicaragüenses y los chilenos, no más que un tercio de los colombianos, los guatemaltecos, los panameños y los paraguayos, menos de un tercio de los brasileños y apenas uno de cada cuatro salvadoreños. Triste panorama, caldo gordo para los demagogos y los mesías de uniforme: mucha gente, y sobre todo mucha gente joven, siente que el verdadero domicilio de los políticos está en la cueva de Alí Babá y los cuarenta ladrones.
Un recuerdo de infancia del escritor argentino Héctor Tizón: en la avenida de Mayo, en Buenos Aires, su papá le señaló a un señor que en la vereda, ante una mesita, vendía pomadas y cepillos para lustrar zapatos: Ese señor se llama Elpidio González. Míralo bien. Él fue vicepresidente de la república. Eran otros tiempos. Sesenta años después, en las elecciones legislativas del 2001, hubo un aluvión de votos en blanco o anulados, algo jamás visto, un récord mundial. Entre los votos anulados, el candidato triunfante era el pato Clemente, un famoso personaje de historieta: como no tenía manos, no podía robar. Quizá nunca América Latina había sufrido un saqueo político comparable al de la década pasada. Con la complicidad y el amparo del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, siempre exigentes de austeridad y transparencia, varios gobernantes robaron hasta las herraduras de los caballos al galope. En los años de las privatizaciones, rifaron todo, hasta las baldosas de las veredas y los leones de los zoológicos, y todo lo evaporaron.
Los países fueron entregados para pagar la deuda externa, según mandaban los que de veras mandan, pero la deuda, misteriosamente, se multiplicó, en las manos ágiles de Carlos Menem y muchos de sus colegas. Y los ciudadanos, los invisibles, se han quedado sin países, con una inmensa deuda que pagar, platos rotos de esa fiesta ajena, y con gobiernos que no gobiernan, porque están gobernados desde afuera.
Los gobiernos piden permiso, hacen sus deberes y rinden examen: no ante los ciudadanos que los votan, sino ante los banqueros que los vetan.
Ahora que estamos todos en plena guerra contra el terrorismo internacional, esta duda no está demás: ¿Qué hacemos con el terrorismo del mercado, que está castigando a la inmensa mayoría de la humanidad? ¿O no son terroristas los métodos de los altos organismos internacionales, que en escala planetaria dirigen las finanzas, el comercio y todo lo demás? ¿Acaso no practican la extorsión y el crimen, aunque maten por asfixia y hambre y no por bomba? ¿No están haciendo saltar en pedazos los derechos de los trabajadores? ¿No están asesinando la soberanía nacional, la industria nacional, la cultura nacional?
La Argentina era la alumna más cumplida del Fondo Monetario, del Banco Mundial y de la Organización Mundial del Comercio. Así le fue.
Damas y caballeros: primeros son los banqueros. Y donde manda capitán, no manda marinero. Palabras más, palabras menos, éste ha sido el primer mensaje que el presidente George W. Bush ha enviado a la Argentina. Desde la ciudad de Washington, capital de los Estados Unidos y del mundo, Bush declaró que el nuevo Gobierno argentino debe «proteger» a sus acreedores y al Fondo Monetario Internacional y llevar adelante una política de «más austeridad».
Mientras tanto, el nuevo presidente provisional argentino, que sustituye a De la Rúa hasta las próximas elecciones, metió la pata en su primera respuesta a la prensa. Un periodista le preguntó qué iba a priorizar, la deuda o la gente, y él contestó: "La deuda". Sigmund Freud sonrió desde su tumba, pero Rodríguez Saá corrigió de inmediato su respuesta. Y poco después, anunció que suspenderá los pagos de la deuda y destinará ese dinero a crear trabajo para las legiones de desocupados.
La deuda o la gente, ésa es la cuestión. Y ahora la gente, la invisible, exige y vigila.
Hace cosa de un siglo, don José Batlle y Ordóñez, presidente del Uruguay, estaba presenciando un partido de fútbol. Y comentó:
- ¡Qué lindo sería si hubiera 22 espectadores y 10.000 jugadores!
Quizá se refería a la educación física, que él promovió. O estaba hablando, más bien, de la democracia que quería.
Un siglo después, en la Argentina, el país vecino, muchos de los manifestantes llevaban la camiseta de su selección nacional de fútbol, su entrañable señal de identidad, su alegre certeza de patria: con la camiseta puesta, invadieron las calles. La gente, harta de ser espectadora de su humillación, invadió la cancha. No va a ser fácil desalojarla.

martes, 13 de diciembre de 2011

Me sirve y no me sirve

Me sirve y no me sirve
la esperanza tan dulce,
tan pulida, tan triste,
la promesa tan leve,
no me sirve.
No me sirve tan mansa la esperanza
la rabia tan sumisa,
tan débil, tan humilde,
el furor tan prudente
no me sirve.
No me sirve
tan sabia tanta rabia.
El grito tan exacto
si el tiempo lo permite,
alarido tan pulcro
no me sirve.
No me sirve tan bueno
tanto trueno
El coraje tan dócil
la bravura tan chirle,
la intrepidez tan lenta
no me sirve.
No me sirve
tan fría la osadía.
Si me sirve la vida
que es vida hasta morirse,
y el corazón alerta sí me sirve.
Me sirve cuando avanza
la confianza.
Me sirve tu mirada
que es generosa y firme,
y tu silencio franco sí me sirve.
Me sirve la medida de tu vida.
Me sirve tu futuro
que es un presente libre,
y tu lucha de siempre
sí me sirve.
Me sirve tu batalla
sin medalla.
Me sirve la modestia
de tu orgullo posible,
y tu mano segura
sí me sirve.
Me sirve tu sendero,
compañero.
 

martes, 29 de noviembre de 2011

Quizá la más querida

Me diste la intemperie, la leve  sombra de tu mano pasando  por mi cara. Me diste el frío,  la distancia, el amargo café  de medianoche entre mesas  vacías. Siempre empezó a llover
en la mitad de la película,
la flor que te llevé tenía una  araña esperando entre los pétalos.
Creo que lo sabías que favoreciste la desgracia.  Siempre olvidé el paraguas  antes de ir a buscarte,  el restaurante estaba lleno  voceaban la guerra  en las esquinas.  Fui una letra de tango para tu indiferente melodía.

martes, 25 de octubre de 2011

Alma desnuda


Soy un alma desnuda en estos versos,
alma desnuda que angustiada y sola
va dejando sus pétalos dispersos.
Alma que puede ser una amapola,
que puede ser un lirio, una violeta,
un peñasco, una selva y una ola.
Alma que como el viento vaga inquieta
y ruge cuando está sobre los mares
y duerme dulcemente en una grieta.
Alma que adora sobre sus altares
dioses que no se bajan a cegarla;
alma que no conoce valladares.
Alma que fuera fácil dominarla
con sólo un corazón que se partiera
para en su sangre cálida regarla.
Alma que cuando está en la primavera
dice al invierno que demora: vuelve,
caiga tu nieve sobre la pradera.
Alma que cuando nieva se disuelve
en tristezas, clamando por las rosas
con que la primavera nos envuelve.
Alma que a ratos suelta mariposas
a campo abierto, sin fijar distancia,
y les dice: libad sobre las cosas.
Alma que ha de morir de una fragancia,
de un suspiro, de un verso en que se ruega,
sin perder, a poderlo, su elegancia.
Alma que nada sabe y todo niega
y negando lo bueno el bien propicia
porque es negando como más se entrega.
Alma que suele haber como delicia
palpar las almas, despreciar la huella,
y sentir en la mano una caricia.
Alma que siempre disconforme de ella,
como los vientos vaga, corre y gira;
alma que sangra y sin cesar delira
por ser el buque en marcha de la estrella.



miércoles, 19 de octubre de 2011

Vidrio Molido

Si te hiere un amor agudizá la herida
con vinagre, sal, vidrio molido, algo
que aumente la importancia de tu dolor.
Las penas mediocres no hacen huella en la historia
como decir un callo te molesta,
un piojo te habita o cosa menores propias de la mezquindad.
Habría que gemir como sirena,
rasgarse las vestiduras,
echarse ceniza en la cabeza o mejor aun
no digo qué, pero mucho más sufrimiento.
Nada de olvido. Y que la herida se pudra.
Porque cuando los grandes amores se frustran
requieren lluvias de lágrimas,
carradas de tropezones en la misma piedra,
insomnios hasta que te anide la locura.
No se avergüencen de decirlo a moco tendido
asuman el concepto ético del dolor.



jueves, 6 de octubre de 2011

Consuelo de tontos


Un poema no cambia el mundo
ni anuda el hambre
ni aplaca guerras
y sin embargo
en el lugar y momento indicados
tal vez pueda ser
una tregua de palabras
embrague de los mundos
cierta especie de alimento.




lunes, 3 de octubre de 2011

No se nace mujer, se llega a serlo

No se nace mujer, llega una a serlo. Ningún destino biológico, físico o económico define la figura que reviste en el seno de la sociedad la hembra humana; la civilización en conjunto es quien elabora ese producto intermedio entre el macho y el castrado al que se califica como femenino. Solo la mediación de un ajeno puede constituir a un individuo en un Otro. En tanto que existe para sí, el niño no podría captarse como sexualmente diferenciado. Entre las jóvenes y los varones el cuerpo es, en primer lugar, la irradiación de una subjetividad, el instrumento que realiza la comprensión del mundo: el universo es apresado a través de los ojos o las manos, pero no por las partes sexuales. El drama del nacimiento y el del destete se desarrollan de la misma manera en los bebés de ambos sexos que tienen los mismos intereses y placeres; en primer término, la succión es la fuente de sus sensaciones más agradables; después pasan por una fase anal en la que las mayores satisfacciones están dadas por las funciones excretorias, que les son comunes; su desarrollo genital es análogo; exploran su cuerpo con la misma curiosidad y la misma indiferencia; obtienen el mismo placer incierto del clítoris y del pene; en la medida en que su sensibilidad se objetiva, se vuelve hacia la madre: la piel femenina, suave, lisa y elástica es la que suscita deseos sexuales, y esos deseos son aprehensivos; tanto la niña como el varón abrazan agresivamente a la madre, la palpan y la acarician; tienen los mismos celos si nace otro hijo, y lo manifiestan con las mismas conductas: cólera, enojos, disturbios urinarios; y recurren a las mismas coqueterías para obtener el amor de los adultos. Hasta los doce años la niña es tan robusta como sus hermanos, manifiesta las mismas capacidades intelectuales, y no hay dominio alguno en el cual le esté prohibido rivalizar con ellos. Si mucho antes de la pubertad, y a veces desde su más tierna infancia, se nos presenta como sexualmente específicada, no es porque una serie de misteriosos instintos la destinen ya a la pasividad, la coquetería y la maternidad, sino porque la intervención de terceros en la vida del niño es casi original, y porque desde sus primeros años su vocación le es imperiosamente insuflada.

En la doliente soledad del domingo...

Aquí estoy,
desnuda,
sobre las sábanas solitarias
de esta cama donde te deseo.
Veo mi cuerpo,
liso y rosado en el espejo,
mi cuerpo
que fue ávido territorio de tus besos;
este cuerpo lleno de recuerdos
de tu desbordada pasión
sobre el que peleaste sudorosas batallas
en largas noches de quejidos y risas
y ruidos de mis cuevas interiores.
Veo mis pechos
que acomodabas sonriendo
en la palma de tu mano,
que apretabas como pájaros pequeños
en tus jaulas de cinco barrotes,
mientras una flor se me encendía
y paraba su dura corola
contra tu carne dulce.
Veo mis piernas,
largas y lentas conocedoras de tus caricias,
que giraban rápidas y nerviosas sobre sus goznes
para abrirte el sendero de la perdición
hacia mi mismo centro,
y la suave vegetación del monte
donde urdiste sordos combates
coronados de gozo,
anunciados por descargas de fusilerías
y truenos primitivos.
Me veo y no me estoy viendo,
es un espejo de vos el que se extiende doliente
sobre esta soledad de domingo,
un espejo rosado,
un molde hueco buscando su otro hemisferio.
Llueve copiosamente
sobre mi cara
y sólo pienso en tu lejano amor
mientras cobijo
con todas mis fuerzas,
la esperanza.

lunes, 29 de agosto de 2011

Maldición de Dragón


Que tengas comida hasta estar harto todos los días de tu vida. Y que vivas muchos años. Que nunca te falten ni el agua ni la luz. Que los senderos sean suaves cuando los camines. Que las espinas se aparten de tu lado. Que tus enemigos te dejen pasar sin atacarte. Que ningún dolor te hiera en el costado. Que nadie te lastime a traición. Que nadie te ofenda ni siquiera con un gesto. Que tengas todo lo que se pueda desear, por largos, larguisimos años. Pero que te falte el amor.


miércoles, 24 de agosto de 2011

¡Feliz cumpleaños Borges!

1.964


I

Ya no es mágico el mundo. Te han dejado.

Ya no compartirás la clara luna ni los lentos jardines: Ya no hay una luna que no sea espejo del pasado,cristal de soledad, sol de agonías.

Adiós las mutuas manos y las sienes que acercaba el amor. Hoy sólo tienes la fiel memoria y los desiertos días. Nadie pierde ( repites vanamente ) sino lo que no tiene y no ha tenido nunca, pero no basta ser valiente para aprender el arte del olvido.
Un símbolo, una rosa, te desgarra y te puede matar una guitarra.

II

Ya no seré feliz. Tal vez no importa.
Hay tantas otras cosas en el mundo;un instante cualquiera es más profundo y diverso que el mar.
La vida es corta y aunque las horas son tan largas, una oscura maravilla nos acecha,la muerte, ese otro mar, esa otra flecha que nos libra del sol y de la luna y del amor. La dicha que me diste y me quitaste debe ser borrada;lo que era todo tiene que ser nada. Sólo me queda el goce de estar triste,esa vana costumbre que me inclina al Sur, a cierta puerta, a cierta esquina.


sábado, 20 de agosto de 2011

Realidad


La verdad de este cuerpo
mi más honda verdad.
Invadirlo,
apresarlo,
hasta sentir su carne
prolongada en la mía,
integrada en mi sangre,
y sentir por la suya
esa lava ya fría del ardor del placer.
Hasta su sexo llego
como aquellos amantes
que ante un cuerpo desnudos
oficiaban con fervor y belleza
sabiéndose partícipes de Pan y de Afrodita.
Sobre la tierra inhóspita,
bajo el cielo callado y los dioses ausentes,
avanzo por sus valles, laderas, promontorios,
y en el instante exacto del gemido
asalto, rompo, ocupo
la cueva misteriosa,
el cálido refugio
donde morar silente.
Ya rendidos, y fríos, y exhaustos,
los cuerpos se separan,
sus poderes se anulan:
una tregua se abre sobre los blancos lienzos.
Hasta que una mano furtiva se desliza
por la piel tan surcada,
las piernas se entrelazan,
la carne, enmudecida, recupera sus voces,
y el sexo,
cual un mar saliendo de su calma,
se levanta y avanza:
hacia el cuerpo que amo
y que a mi lado yace.

Hermosa realidad que devoro insaciable.

viernes, 19 de agosto de 2011

Pequeñas lecciones de erotismo


I
Recorrer un cuerpo en su extensión de vela
es dar la vuelta al mundo
Atravesar sin brújula la rosa de los vientos
islas golfos penínsulas diques de aguas embravecidas
no es tarea fácil  -si placentera-
No creas hacerlo en un día o noche
de sábanas explayadas.
Hay secretos en los poros para llenar muchas lunas
II
El cuerpo es carta astral en lenguaje cifrado.
Encuentras un astro y quizá deberás empezar
a corregir el rumbo cuando nube huracán
o aullido profundo
te pongan estremecimientos.
Cuenco de la mano que no sospechaste
III
Repasa muchas veces una extensión
Encuentra el lago de los nenúfares
Acaricia con tu ancla el centro del lirio
Sumérgete ahógate distiéndete
No te niegues el olor la sal el azúcar
Los vientos profundos
cúmulos nimbus de los pulmones
niebla en el cerebro
temblor de las piernas
maremoto adormecido de los besos
IV
Instálate en el humus sin miedo
al desgaste sin prisa
No quieras alcanzar la cima
Retrasa la puerta del paraíso
Acuna tu ángel caído
revuélvele la espesa cabellera
con la espada de fuego usurpada
Muerde la manzana
V
Huele
Duele
Intercambia miradas saliva impregnante
Da vueltas imprime sollozos piel que se escurre
Pie hallazgo al final de la pierna
Persíguelo busca secreto del paso forma del talón
Arco del andar bahías formando arqueado caminar
Gústalos
VI
Escucha caracola del oído
como gime la humedad
Lóbulo que se acerca al labio sonido de la respiración
Poros que se alzan formando diminutas montañas
Sensación estremecida de piel insurrecta al tacto
Suave puente nuca desciende al mar pecho
Marea del corazón susúrrale
Encuentra la gruta del agua
VII
Traspasa la tierra del fuego la buena esperanza
Navega loco en la juntura de los océanos
Cruza las algas ármate de corales ulula gime
Emerge con la rama de olivo
Llora socavando ternuras ocultas
Desnuda miradas de asombro
Despeña el sextante desde lo alto de la pestaña
Arquea las cejas abre ventanas de la nariz
VIII
Aspira suspira
Muérete un poco
Dulce lentamente muérete
Agoniza contra la pupila extiende el goce
Dobla el mástil hincha las velas
Navega dobla hacia Venus
estrella de la mañana
-el mar como un vasto cristal azogado-
Duérmete náufrago.

viernes, 12 de agosto de 2011

Contraelegía


Mi único tema es lo que ya no está
Y mi obsesión se llama lo perdido
Mi punzante estribillo es nunca más
Y sin embargo amo este cambio perpetuo
este variar segundo tras segundo
porque sin él lo que llamamos vida
sería de piedra.



jueves, 4 de agosto de 2011

El futuro

Y se muy bien que no estarás.
No estarás en la calle
en el murmullo que brota de la noche
de los postes de alumbrado,
ni en el gesto de elegir el menú,
ni en la sonrisa que alivia los completos en los subtes
ni en los libros prestados,
ni en el hasta mañana.
No estarás en mis sueños,
en el destino original de mis palabras,
ni en una cifra telefónica estarás,
o en el color de un par de guantes
o una blusa.
Me enojaré
amor mío
sin que sea por ti,
y compraré bombones
pero no para ti,
me pararé en la esquina
a la que no vendrás
y diré las cosas que sé decir
y comeré las cosas que sé comer
y soñaré los sueños que se sueñan.
Y se muy bien que no estarás
ni aquí dentro de la cárcel donde te retengo,
ni allí afuera
en ese río de calles y de puentes.
No estarás para nada,
no serás mi recuerdo
y cuando piense en ti
pensaré un pensamiento
que oscuramente trata de acordarse de ti.

domingo, 31 de julio de 2011

Si he de vivir sin ti...

Si he de vivir sin ti, que sea duro y cruento,
la sopa fría, los zapatos rotos, o que en mitad de la opulencia
se alce la rama seca de la tos, ladrándome
tu nombre deformado, las vocales de espuma, y en los dedos
se me peguen las sábanas, y nada me dé paz.
No aprenderé por eso a quererte mejor,
pero desalojado de la felicidad
sabré cuánta me dabas con solamente a veces estar cerca.
Esto creo entenderlo, pero me engaño:
hará falta la escarcha del dintel
para que el guarecido en el portal comprenda
la luz del comedor, los manteles de leche, y el aroma
del pan que pasa su morena mano por la hendija.
Tan lejos ya de ti
como un ojo del otro,
de esta asumida adversidad
nacerá la mirada que por fin te merezca.
  

lunes, 25 de julio de 2011

He aquí que tú estás sola y que estoy solo.

He aquí que tú estás sola  y que estoy solo.
Haces tus cosas diariamente y piensas 
y yo pienso y recuerdo y estoy solo. 
A la misma hora nos recordamos algo 
y nos sufrimos. Como una droga mía y tuya 
somos, y una locura celular nos recorre 
y una sangre rebelde y sin cansancio. 
Se me va a hacer llagas este cuerpo solo, 
se me caerá la carne trozo a trozo. 
Esto es lejía y muerte. 
El corrosivo estar, el malestar 
muriendo es nuestra muerte.
Yo no sé dónde estás. Yo ya he olvidado 
quién eres, dónde estás, cómo te llamas. 
Yo soy sólo una parte, sólo un brazo, 
una mitad apenas, sólo un brazo. 
Te recuerdo en mi boca y en mis manos. 
Con mi lengua y mis ojos y mis manos 
te sé, sabes a amor, a dulce amor, a carne, 
a siembra, a flor, hueles a amor, y a mí. 
En mis labios te sé, te reconozco, 
y giras y eres y miras incansable 
y toda tú me suenas 
dentro de corazón como mi sangre. 
Te digo que estoy solo y que me faltas. 
Nos faltamos, amor, y nos morimos 
y nada haremos ya sino morirnos. 
Esto lo sé, amor, esto sabemos. 
Hoy y mañana, así, y cuando estemos 
en nuestros brazos simples y cansados, 
me faltarás, amor, nos faltaremos.

domingo, 24 de julio de 2011

No quiero paz, no hay paz.

No quiero paz, no hay paz, quiero mi soledad. Quiero mi corazón desnudo para tirarlo a la calle, quiero quedarme sordomudo. Que nadie me visite, que yo no mire a nadie, y que si hay alguien, como yo, con asco, que se lo trague. Quiero mi soledad, no quiero paz, no hay paz.

sábado, 23 de julio de 2011

Los Heraldos Negros

Hay golpes en la vida, tan fuertes ... ¡Yo no sé! 
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos, 
la resaca de todo lo sufrido 
se empozara en el alma... Yo no sé! 
Son pocos; pero son... Abren zanjas obscuras 
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte. 
Serán talvez los potros de bárbaros atilas; 
o los heraldos negros que nos manda la Muerte. 
Son las caídas hondas de los Cristos del alma, 
de alguna fe adorable que el Destino blasfema. 
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones 
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema. 
Y el hombre... Pobre... pobre! Vuelve los ojos, como 
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada; 
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido 
se empoza, como charco de culpa, en la mirada. 
Hay golpes en la vida, tan fuertes... Yo no sé!






viernes, 24 de junio de 2011

Objetos perdidos

Por veredas de sueño y habitaciones sordas
tus rendidos veranos me acechan con sus cantos.
Una cifra vigilante y sigilosa va por los arrabales llamándome y llamándome, pero qué falta, dime, en la tarjeta diminuta donde están tu nombre, tu calle y tu desvelo, si la cifra se mezcla con las letras del sueño, si solamente estás donde ya no te busco.

martes, 14 de junio de 2011

Una despedida

Tarde que socavó nuestro adiós.
Tarde acerada y deleitosa y monstruosa como un 
ángel oscuro.
Tarde cuando vivieron nuestros labios en la desnuda 
intimidad de los besos.
El tiempo inevitable se desbordaba sobre el abrazo inútil.
Prodigábamos pasión juntamente, no para nosotros 
sino para la soledad ya inmediata.
Nos rechazó la luz; la noche había llegado con urgencia.
Fuimos hasta la verja en esa gravedad de la sombra 
que ya el lucero alivia.
Como quien vuelve de un perdido prado yo volví de 
tu abrazo.
como quien vuelve de un país de espadas yo volví 
de tus lágrimas.
Tarde que dura vívida como un sueño
entre las otras tardes.
Después yo fui alcanzando y rebasando
noches y singladuras.

miércoles, 8 de junio de 2011

Lo que me gusta de tu cuerpo...

Lo que me gusta de tu cuerpo es el sexo.
Lo que me gusta de tu sexo es la boca.
Lo que me gusta de tu boca es la lengua.
Lo que me gusta de tu lengua es la palabra.

jueves, 26 de mayo de 2011

Báilame el agua

Báilame el agua. Úntame de amor y otras fragancias de su jardín secreto. Riégame de especias que dejen mi vida impregnada de tu olor. Sácame de quicio. Llévame a pasear atado con una correa que apriete demasiado. Hazme sufrir. Aviva las ascuas. Ponme a secar como un trapo mojado. No desates las cuerdas hasta que sea tarde. Sírveme un vaso de agua ardiente y bendita que me queme por dentro, que no sea tuya ni mía, que sea de todos. Líbrame de mi estigma. Llámame tonto. Sacrifica tu aureola. Perdóname. Olvida todo lo que haya podido decir hasta ahora. No me arrastres. No me asustes. Vete lejos. Pero no sueltes mi mano. Empecemos de nuevo. Sangra mi labio con sanguijuelas de colores. Fuma un cigarro para mí. Traga el humo. Arréglalo y que no vuelva a estropearse. Échalo fuera. Crúzate conmigo en una autopista a cien por hora. Sueña retorcido. Sueña feliz, que yo me encargaré de tus enemigos. Dame la llave de tus oídos. Toca mis ojos abiertos. Nota la textura del calor. Hasta reventar. Sé yo mismo y no te arrepentirás. ¿Por cuánto te vendes? Regálame a tus ídolos. Yo te enviaré a los míos. Píllate los dedos.
Los lameré hasta que no sepan a miel. Hasta que no dejen de ser miel. Sal, niega todo y después vuelve. Te invito a un café. Caliente claro. Y sin azucar. Sin aliento.

lunes, 23 de mayo de 2011

Manifiesto (Hablo por mi diferencia)


No soy Pasolini pidiendo explicaciones
No soy Ginsberg expulsado de Cuba
No soy un marica disfrazado de poeta
No necesito disfraz
Aquí está mi cara
Hablo por mi diferencia
Defiendo lo que soy
Y no soy tan raro
Me apesta la injusticia
Y sospecho de esta cueca democrática
Pero no me hable del proletariado
Porque ser pobre y maricón es peor
Hay que ser ácido para soportarlo
Es darle un rodeo a los machitos de la esquina
Es un padre que te odia
Porque al hijo se le dobla la patita
Es tener una madre de manos tajeadas por el cloro
Envejecidas de limpieza
Acunándote de enfermo
Por malas costumbres
Por mala suerte
Como la dictadura
Peor que la dictadura
Porque la dictadura pasa
Y viene la democracia
Y detrasito el socialismo
¿Y entonces?
¿Qué harán con nosotros compañero?
¿Nos amarrarán de las trenzas en fardos
con destino a un sidario cubano?
Nos meterán en algún tren de ninguna parte
Como en el barco del general Ibáñez
Donde aprendimos a nadar
Pero ninguno llegó a la costa
Por eso Valparaíso apagó sus luces rojas
Por eso las casas de caramba
Le brindaron una lágrima negra
A los colizas comidos por las jaibas
Ese año que la Comisión de Derechos Humanos
no recuerda
Por eso compañero le pregunto
¿Existe aún el tren siberiano
de la propaganda reaccionaria?
Ese tren que pasa por sus pupilas
Cuando mi voz se pone demasiado dulce
¿Y usted?
¿Qué hará con ese recuerdo de niños
Pajeándonos y otras cosas
En las vacaciones de Cartagena?
¿El futuro será en blanco y negro?
¿El tiempo en noche y día laboral
sin ambigüedades?
¿No habrá un maricón en alguna esquina
desequilibrando el futuro de su hombre nuevo?
¿Van a dejarnos bordar de pájaros
las banderas de la patria libre?
El fusil se lo dejo a usted
Que tiene la sangre fría
Y no es miedo
El miedo se me fue pasando
De atajar cuchillos
En los sótanos sexuales donde anduve
Y no se sienta agredido
Si le hablo de estas cosas
Y le miro el bulto
No soy hipócrita
¿Acaso las tetas de una mujer
no lo hacen bajar la vista?
¿No cree usted
que solos en la sierra
algo se nos iba a ocurrir?
Aunque después me odie
Por corromper su moral revolucionaria
¿Tiene miedo que se homosexualice la vida?
Y no hablo de meterlo y sacarlo
Y sacarlo y meterlo solamente
Hablo de ternura compañero
Usted no sabe
Cómo cuesta encontrar el amor
En estas condiciones
Usted no sabe
Qué es cargar con esta lepra
La gente guarda las distancias
La gente comprende y dice:
Es marica pero escribe bien
Es marica pero es buen amigo
Súper-buena-onda
Yo no soy buena onda
Yo acepto al mundo
Sin pedirle esa buena onda
Pero igual se ríen
Tengo cicatrices de risas en la espalda
Usted cree que pienso con el poto
Y que al primer parrillazo de la CNI
Lo iba a soltar todo
No sabe que la hombría
Nunca la aprendí en los cuarteles
Mi hombría me la enseñó la noche
Detrás de un poste
Esa hombría de la que usted se jacta
Se la metieron en el regimiento
Un milico asesino
De esos que aún están en el poder
Mi hombría no la recibí del partido
Porque me rechazaron con risitas
Muchas veces
Mi hombría la aprendí participando
En la dura de esos años
Y se rieron de mi voz amariconada
Gritando: Y va a caer, y va a caer
Y aunque usted grita como hombre
No ha conseguido que se vaya
Mi hombría fue la mordaza
No fue ir al estadio
Y agarrarme a combos por el Colo Colo
El fútbol es otra homosexualidad tapada
Como el box, la política y el vino
Mi hombría fue morderme las burlas
Comer rabia para no matar a todo el mundo
Mi hombría es aceptarme diferente
Ser cobarde es mucho más duro
Yo no pongo la otra mejilla
Pongo el culo compañero
Y ésa es mi venganza
Mi hombría espera paciente
Que los machos se hagan viejos
Porque a esta altura del partido
La izquierda tranza su culo lacio
En el parlamento
Mi hombría fue difícil
Por eso a este tren no me subo
Sin saber dónde va
Yo no voy a cambiar por el marxismo
Que me rechazó tantas veces
No necesito cambiar
Soy más subversivo que usted
No voy a cambiar solamente
Porque los pobres y los ricos
A otro perro con ese hueso
Tampoco porque el capitalismo es injusto
En Nueva York los maricas se besan en la calle
Pero esa parte se la dejo a usted
Que tanto le interesa
Que la revolución no se pudra del todo
A usted le doy este mensaje
Y no es por mí
Yo estoy viejo
Y su utopía es para las generaciones futuras
Hay tantos niños que van a nacer
Con una alíta rota
Y yo quiero que vuelen compañero
Que su revolución
Les dé un pedazo de cielo rojo
Para que puedan volar.
NOTA:
Este texto fue leído como intervención en un acto político de la izquierda en septiembre de 1986, en Santiago de Chile.