jueves, 18 de julio de 2013

Último intento...

Tantas veces intenté escribirte algo, algo que pudiera explicarte un poco lo que me pasó, lo que sentía, tratar de alguna manera justificar mis errores, y que así logres perdonarme. Pero nunca pude transmitírtelo, creo que algo muy adentro mío sabía que nada iba a ser cambiar tu manera de ver las cosas, nada de lo que pudiera decir o hacer haría que logres entenderme. Y por más que pase el tiempo, sigo insistiendo en buscar ese perdón, pero no como una cuestión divina, de limpiar culpas y dormir con la consciencia tranquila, sino como una manera de sentir que no estoy tan lejos de vos, que podamos volver a mirarnos a los ojos, y reconocernos como seres que alguna vez transitaron un mismo camino. Pero también sé, que la que quiere eso soy yo, y que a vos, tal vez te sea más fácil mantenerme lejos, en el olvido, en la indiferencia, y ni siquiera como una manera de venganza, sino de desamor. O tal vez, todo este pensamiento, es sólo mi manera de protegerme, de no querer saber lo que de verdad sentís o pensas, el por qué de tanto enojo, aunque en el fondo seguramente lo sé, por más de que lo intente ocultar. Y otra vez dudo si borrar o no esto, si sirve que siga insistiendo, que siga intentando acercarme a vos, en fin, que siga intentando crear una ventana en esa pared que creaste, y no te culpo por eso, trato de entenderte, seguramente no por una cuestión altruista, sino por algo meramente individual, egoísta, porque es lo que quisiera que vos hicieras conmigo. Dudo si esto será un nuevo papelito de esos intentos fallidos de escribirte algo, que solo queda en borrador, y pasa a vivir al cajón, con la esperanza de salir a la luz algún día, aunque sea para terminar en el basurero, o si la suerte lo acompaña, y logro juntar coraje, intento nuevamente que de alguna manera te lleguen esas palabras que están ahí, vomitadas en esas hojas ya amarillentas, junto a los recuerdos.
Escribo sin volver atrás, como una manera de que por lo menos esta vez no quiera crear el texto perfecto para dartelo, creo que he logrado aceptar que por más ordenadas y embellecidas que esten las palabras, nada hará que cambie tu manera de ver y sentir las cosas, ni mis errores del pasado. Y entonces vuelven esas preguntas, como aquellos discos de The Who, que nunca voy a dejar de escucharlos sin traerte a mi mente. Esas preguntas que se repiten una y otra vez, cada vez que me encuentro en el momento de apretar el botón de publicar o no…

1 comentario:

Don Julio dijo...

Grandes preguntas.
También a veces me las hago.
Termino haciendo clic en publicar.
Nunca se sabe,
una botella al mar,
puede ser cualquier alegría que siéntamos y cualquier tristeza.
Siempre creo en el sentir.
Sentir para resistir.

Hay que ponerse del lado de los perdedores.

No se puede nunca estar en la piel del otro.

Por eso intento ponerme al menos cerquita.

Eso es el compañerismo.
(no digo nada que vos no sepas, pero ta, es lo que me sale)

Es un lema, una idea, si querés.

Mi poesía es la no poesía.

Nada que hacer.

Seguir dando vueltas y vueltas y vueltas en el aire, como Fito, alguna vez.


Un abrazo.