miércoles, 16 de febrero de 2011

Las formas del engaño

De entre todas las vidas que una vida puede encerrar, tú y yo nunca escogimos precisamente aquella que podría habernos hecho odiar todas las otras, esa que hubiera sido sólo nuestra.  Pero quizás la vida no se escoge y es ella quien elige. O es el azar quien le da una medida a nuestros sueños y los cumple o los niega sin destino, con una sorda y terca voluntad que sólo de sí sabe, a pesar nuestro. O quizá es una forma de destino lo que ahí se nos muestra obscuramente, y en el pasado esté nuestro futuro definitivo ya, antes de escrito, aunque no acierte el alma a descifrarlo, pues el tiempo lo cifra y ella es tiempo. O más sencillamente, acaso sea todo esto cuestión de cobardía y nuestro amor, posible o imposible, una educada forma de engañarnos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

mi querida Uma ¿sigue sufriendo por aquellos amores traicioneros? no lo haga más señorita usted no se lo merece.