Eterno retorno
El peso más grande. ¿Qué ocurriría si un día o una noche un demonio se deslizara furtivamente en la más solitaria de tus soledades y te dijese: Esta vida tal y como tu ahora la vives, y como la has vivido, deberás vivirla aún otra vez e innumerables veces, y no habrá en ella nada nuevo, sino que cada dolor y cada placer, y cada pensamiento, y cada suspiro, y cada cosa indeciblemente pequeña y grande de tu vida deberá retornar a ti, y todas en la misma secuencia y sucesión: y así esta araña y esta luz de luna entre ramas, y así también este instante y yo mismo. ¡El eterno reloj de arena se invierte siempre de nuevo y tú con ella granito de polvo!?. Si esto sucediera ¿no te arrojarías entonces al suelo, rechinando los dientes y maldiciendo al demonio que te ha hablado de esta forma? ¿O quizá has vivido ya alguna vez ese instante infinito y tu respuesta fue la siguiente: <>? Si ese pensamiento se apoderase de ti, te haría experimentar tal y como eres ahora, una transformación y tal vez te trituraría; acerca de cualquier cosa te plantearías siempre la misma pregunta: >, y ello pesaría sobre tus acciones como el peso más grande. Y además, ¿cuánto deberías amarte a ti mismo y a tu vida para no desear ya otra cosa que esta última y eterna sensación, este sello?
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