"Es necesario hacer un mundo nuevo. Un mundo donde quepan muchos mundos, donde quepan todos los mundos"
jueves, 30 de agosto de 2012
Espero curarme de ti
Espero curarme de ti en unos días. Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte. Es posible. Siguiendo las prescripciones de la moral en turno. Me receto tiempo, abstinencia, soledad. ¿Te parece bien que te quiera nada más una semana? No es mucho, ni es poco, es bastante. En una semana se puede reunir todas las palabras de amor que se han pronunciado sobre la tierra y se les puede prender fuego. Te voy a calentar con esa hoguera del amor quemado. Y también el silencio. Porque las mejores palabras del amor están entre dos gentes que no se dicen nada. Hay que quemar también ese otro lenguaje lateral y subversivo del que ama. (Tú sabes cómo te digo que te quiero cuando digo: "qué calor hace", "dame agua", "¿sabes manejar?", "se hizo de noche"...Entre las gentes, a un lado de tus gentes y las mías, te he dicho "ya es tarde", y tú sabías que decía "te quiero".) Una semana más para reunir todo el amor del tiempo. Para dártelo. Para que hagas con él lo que tú quieras: guardarlo, acariciarlo, tirarlo a la basura. No sirve, es cierto. Sólo quiero una semana para entender las cosas. Porque esto es muy parecido a estar saliendo de un manicomio para entrar a un panteón.
lunes, 20 de agosto de 2012
Para un mejor amor
Nadie discute que el sexoes una categoría en el mundo de la pareja:
de ahí la ternura y sus ramas salvajes.
Nadie discute que el sexo
es una categoría familiar:
de ahí los hijos,
las noches en común
y los días divididos
(él, buscando el pan en la calle,
en las oficinas o en las fábricas;
ella, en la retaguardia de los oficios domésticos,
en la estrategia y la táctica de la cocina
que permitan sobrevivir en la batalla común
siquiera hasta el fin del mes).
Nadie discute que el sexo
es una categoría económica:
basta mencionar la prostitución,
las modas,
las secciones de los diarios que sólo son para ella
o sólo son para él.
Donde empiezan los líos
es a partir de que una mujer dice
que el sexo es una categoría política.
Porque cuando una mujer dice
que el sexo es una categoría política
puede comenzar a dejar de ser mujer en sí
para convertirse en mujer para sí,
constituir a la mujer en mujer
a partir de su humanidad
y no de su sexo,
saber que el desodorante mágico con sabor a limón
y jabón que acaricia voluptuosamente su piel
son fabricados por la misma empresa que fabrica el napalm
saber que las labores propias del hogar
son las labores propias de la clase social a que pertenece ese hogar,
que la diferencia de sexos
brilla mucho mejor en la profunda noche amorosa
cuando se conocen todos esos secretos
que nos mantenían enmascarados y ajenos
de ahí la ternura y sus ramas salvajes.
Nadie discute que el sexo
es una categoría familiar:
de ahí los hijos,
las noches en común
y los días divididos
(él, buscando el pan en la calle,
en las oficinas o en las fábricas;
ella, en la retaguardia de los oficios domésticos,
en la estrategia y la táctica de la cocina
que permitan sobrevivir en la batalla común
siquiera hasta el fin del mes).
Nadie discute que el sexo
es una categoría económica:
basta mencionar la prostitución,
las modas,
las secciones de los diarios que sólo son para ella
o sólo son para él.
Donde empiezan los líos
es a partir de que una mujer dice
que el sexo es una categoría política.
Porque cuando una mujer dice
que el sexo es una categoría política
puede comenzar a dejar de ser mujer en sí
para convertirse en mujer para sí,
constituir a la mujer en mujer
a partir de su humanidad
y no de su sexo,
saber que el desodorante mágico con sabor a limón
y jabón que acaricia voluptuosamente su piel
son fabricados por la misma empresa que fabrica el napalm
saber que las labores propias del hogar
son las labores propias de la clase social a que pertenece ese hogar,
que la diferencia de sexos
brilla mucho mejor en la profunda noche amorosa
cuando se conocen todos esos secretos
que nos mantenían enmascarados y ajenos
miércoles, 15 de agosto de 2012
Con qué facilidad olvidas
a aquel que te ha dado algo del espíritu
con que facilidad olvidas
a aquél que ha buscado para ti lo que nadie buscó
con qué facilidad das vuelta tu alma
como si fuera un bolsillo
y dejas caer lo que has guardado
con qué facilidad vuelves a ser lo que eras antes
qué fácilmente te conviertes en nada
y olvidas lo que te han dado
tú tienes el alma de aquellos que esperan otra alma
para hacer su verdadera alma
tú tienes un alma que necesita que se la haga
y no que se la dé vuelta
para que caiga al suelo lo que ha guardado
nunca te olvides que los que han muerto definitivamente
han muerto porque ya no tenían nada adentro de su alma
y los que no murieron definitivamente aún
son los que nunca en sus vidas
dieron vuelta al revés de su alma como si fuera un bolsillo
de manera que ahora cuando están enterrados en la tierra
aún de sus almas siguen cayendo al suelo
lo que han guardado durante su vida
buscar no significa desechar las cosas que nos parecen ya insignificantes
sino llevarlas como uno mismo durante la búsqueda
atravesar con ellas los pantanos y los ríos
caminar con ellas en las calles de las diferentes ciudades del mundo
dormir con ellas en las diferentes mesas de las casas donde habitarás
llena tu alma que el alma no rebasa
hartarse es simplemente no llenar el alma
estar cansada es no tener nada en el alma
la perfección no es no desear
sino desear lo definitivo
y lo definitivo es desear todas las cosas
pero la indiferencia no es no sentir o que todo es igual
la indiferencia es solamente
sentir todas las cosas de una misma manera
no es no sentir
y las cosas se sienten de una misma manera
cuando todas las cosas adquieren importancia
porque lo ordinario es darle importancia a determinadas cosas
Oh qué fácilmente olvidas lo que te he dado
lo que yo he buscado para ti.
lunes, 6 de agosto de 2012
Suscribirse a:
Entradas (Atom)